Perdido en Aaa cap. 40 (2 de ?)

Gente, no gente, humanos, humanoides y seres no nombrados...
este es el capitulo final, pero no les daré un felices por siempre de golpe, así que este capítulo tendrán unas cuantas partes más, han de prepararse para eso y un final repentino...

ahora sí, espero disfruten la lectura y... Aios!

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[Alexander]

¿Cuantas semanas llevo ya aquí? Con suerte una, como mucho dos y ya me quiero ir, si no fuera por estar con Momo no tendría nada que hacer, a los tres días tenía mi casa levantada, gracias a Momo y en dos días más terminamos de ver todo lo que se encontró cerca de los glaciares, Gumball estaba emocionado por algunas enciclopedias que rescato, los varios idiomas que descubrió… que catalán, alemán, francés, italiano, un poco de latín y otras menciones de lenguas muertas, distintos animales que ya no hay y demás.  De Fionna y el vampiro no he sabido nada y acepto que me alegra no saber del vampiro.

Estaba en mi cómodo lecho descansando cuando golpearon a mi puerta.

A: ¡Esta abierto! – grité sin levantarme.
F: ¿Alex? – apareció Fionna por mi puerta con sus ropas de siempre, animada y sonriente.
A: Hola, rubia… ¿qué te trae por aquí? – me levanté para abrazarla.
F: Gumball me llamo para una misión, ¿Quieres ir de aventuras? En buen plan – comentó al final, riendo.
A: Claro, aventurera.

Me dijo que alguna dulce gente estaba explotando de miedo  cerca del bosque, alguien que salió ileso dijo que era una bestia gigante y negra… me acorde de mi felino amigo, no le puse nombre antes de volver, espero que Shadow lo haya hecho por mí.

Paseamos un rato hablando de nada hasta que llegamos a hablar de ella…

A: ¿Sabes? No  voy a disculparme, ni decir que me arrepiento ni nada… lo pasé muy, muy, muy bien contigo. Eres una chica única, dulce como ninguna que haya existido, ni antes ni ahora. Pasó tiempo y ahora eres una chica comprometida, yo estoy loco por otra chica… así que… ¿Amigos?

Fionna no logró decir nada, un gruñido nos interrumpió y ella se puso a la defensiva pero yo me adelante a ella, sin preocuparme… o me costaría la vida o sería feliz… muy feliz.

Un gato enorme, una pantera de Puma me miraba inquieto, me lancé ha abrazarlo, su profundo ronroneo inundó mis oídos, Fionna solo nos miraba asombrada.

A: Te extrañe amigo… Ella es Fionna – dije haciendo las presentaciones – Fionna este gatito es amigo mío, de allá del Reino de las sombras y todo. De seguro lo mandaron por mí…
F: Un gusto – comentó aun un poco descolocada – ¿Qué  hacemos ahora?
A: yo lo llevo conmigo y tú le dices a Gumball que esta todo arreglado… dejamos la salida para otro momento.
F: Está bien – dijo mientras partía hasta el dulce reino.

Monté al felino y lo llevé hasta mi “intento de cabaña” le hablé el corto camino de que me alegraba verlo, comentándole que también extrañaba a Shadow, que pensé en él cuando me dijeron lo que habían visto, pero que nunca imagine verlo por aquí y muchas cosas más. Lo deje fuera de la cabaña y entre por otra camiseta más ligera, pero cuando estaba por ponerme una musculosa tocaron a la puerta. La tire encima de mi lecho y fui a abrir, pero al hacerlo no había nadie frente a mí.  

De un segundo a otro estaba en el suelo con alguien que no podía ver sobre mí, abracé esa cintura invisible y por fin la vi, su rostro de niña traviesa, sonriente aparecía iluminando el lugar.

A: Te extrañe… ya quería verte – dije tomando su rostro entre mis manos y besándola, quitándome por fin ese exquisito ardor de los labios, esa picazón desesperante, esa ansiedad punzante desde el ultimo beso que me dio.
DS: Era tu deber hacerlo – dijo con sobre actuada superioridad.

Nos quedamos en el piso, la abrace por la cintura y le dije que no la soltaría hasta que dijese que me extraño mucho, me respondió con un “la paciencia es una de mis virtudes” y apoyando sus codos en mis hombros y sosteniendo su cabeza en sus manos, alejó su rostro de mío. Le insistí una tras otra, le hice un poco de cosquillas y nada.

A: Entonces bésame, con eso me basta.

No hizo falta más, sobre el piso, que no era más que tierra, estaba yo y ella sobre mí, quitó sus codos y los remplazo por sus manos y agarrándome fuerte casi enterrando sus uñas en mi piel me beso, mis manos se crisparon en su cintura sus dientes se clavaron en mi labio inferior, su lengua lo recorrió saboreando cualquier gota de sangre que saliese. Sus manos alejándose de mis hombros subieron a mi cuello y alzo el rostro al notar que mi cabello no estaba igual, al parecer no se había dado cuenta.

A: Me daba mucho calor – fue lo único que dije, con cara de idiota, antes de que me besara otra vez.

Y justo cuando volvía su lengua a jugar con mi labio nos separan de un tirón, era obvio quien fue, pero no estaba pensado en ese momento, quedé desorientado hasta que me levanté y miré a mi alrededor, pero mi orientación duro lo que tardaron en mandarme de nuevo al suelo,  un gancho a la quijada me tiro dejándome tan mareado como efecto de unas diez borracheras juntas, volví a levantarme como uno de esos muñecos porfiados, que por más golpes que reciben… SIEMPRE se levantan.

A: Déjala, que es mi chica – dije con una voz que me pareció imponente, me sentí realmente genial al escucharme, mi ego creció unas tres atmósferas en ese momento.

Shadow quedó boquiabierta, él vampiro ese estaba emputecido por lo bajo, ambos me miraban mas el idiota de Lee no tardo en acercarse a golpearme, pero no me moví, no pestañee, ni quite mi sería expresión.

M: ¿Acaso no piensas defenderte, humano estúpido? – me grito entre dientes con el puño en alto.
A: no me malgastaría peleando contigo, vampiro de cuarta… se lo prometí a tu novia – le dije mirándole a los ojos y luego mirando a Shadow continué – y también por respeto por quien espero quiera ser la mía.

Shadow no dejo a su primo reaccionar lo empujo y se me tiró encima, mi cara de baboso debía ser extrema, yo estaba que explotaba por preguntar “¿y qué dices?” fue indirecto pero claro que le repetiría si quería ser mi chica, cuando estaba tan impaciente por una respuesta que iba a preguntar directamente me interrumpió.

DS: Ay Alex, claro… pero claro que no… - yo quede congelado en mi sitio y Marshall se partió a carcajadas, pero ella continuó hablando – por ahora solo eres mi cachorro, sólo mío.

Sin decir más me beso, al vampiro se le quitaron las ganas de reír y yo estallaba en jubilo, es Shadow no resultaría el pedirle noviazgo pero esa libre relación sería mucho mejor…