Seguimos solos

[Él]
Y ahí estaba ella, llorando,  un mar de lágrimas a sus pies, no me decía nada, ni yo le hablaba, me había hecho callar y yo la obedecí. Como esa noche en parís, se suponía sería perfecta pero discutimos, me hizo callar y no hablamos por más de seis horas.

[Ella]
De pie, sin mirarme, mira sus zapatos y juega con sus manos, me gustan sus manos pero odio que juegue así con ellas, significa que esta aburrido y ha de ser por mí, mejor que se vaya de la casa, la casa es mía, la compré con mí dinero, mi trabajo, es un maldito cesante, desde que lo conocí no tiene trabajo.

[Él]
Sigue llorando en silencio, se levanta y se va del cuarto, grita y se queja de todos lo que se encuentra, yo solo la sigo. Llevar siete años juntos y ni siquiera conocer los motivos de sus usuales berrinches, vuelvo a la habitación pasando por el despacho, pero veo a Daniel está con su peluche, se suponía que dormía, voy por él y lo devuelvo a su cuarto, pensando lo bien, no conozco ni los gustos de mi hijo, hay una variedad inmensa de cosas en su cuarto, solo sé que su osito favorito es el que  tiene en brazos.

[Ella]
Lo perdí de vista y se va, de seguirme a todas partes me deja hablando sola, gritándole a la nada, le busco y no lo encuentro hasta pasar por el cuarto de Daniel, su voz contándole un cuento nuevo, lo sé bien, es uno nuevo, nunca le ha contado el mismo porque los olvida y yo los recuerdo todos, paso al despacho, necesito un libro, en el escritorio hay uno, su apellido resalta en la tapa de cuero negro,  con esas letras de oro, lo escribió para mí y lo leeré otra vez, como esa noche en parís que discutimos, lo leí completo en una noche, era la décima vez.

[Él]
Daniel duerme, ella en el despacho con nuestro libro en las manos, tomo unos cambios de ropa y dejo mi tarjeta en la cama, con la dirección del hotel al que me dirijo,  la dejaría una nota, pero mi tarjeta lleva mi perfume, su favorito, el que sé la tranquiliza. Me voy al hotel sin hacer ruido, no sé si esperar su llamada, después de todo por más que estemos juntos, seguimos sintiéndonos solos.